Si tienes interés por en hacer una huerta orgánica, estás en el lugar correcto Parte del secreto de llevar una vida ecológica y sustentable pasa por la autosuficiencia y gestión de la alimentación, es decir, el consumir más vegetales y frutas.
Para cultivarlos tú mismo, puedes tener un huerto casero y no necesitas de mucho espacio para hacerlo, ya que puedes construirlo en un pedazo pequeño de tierra o en alguna terraza. Lo primero para hacer este huerto es contar con el terreno adecuado.
Una huerta para cuatro o cinco integrantes de la familia requiere apenas algunos metros cuadrados de superficie, no hace falta una inversión grande para armar nuestro mini huerto, solo un poco de información para poder dar los primeros pasos en esta tarea y empezar a sembrar y cosechar.
Mini huerta orgánica casero
Te enseñaremos las cosas a tener en cuenta cuando construyas tu huerto orgánico casero.
Huerta orgánica: Los bancales
Para obtener buenos resultados basta con contar con pocos bancales, con al menos 5 es suficiente, pues el tamaño del huerto no solo es el secreto, sino su sistema y cómo se cuida.
En este sentido, se debe tener en cuenta estos tres aspectos fundamentales, la rotación, asociación de plantas y la utilización de abonos orgánicos. Estos conceptos los veremos más adelante.
La Tierra
Es de suma importancia que antes de adentrarnos en los cuidados que se le debe dar a la tierra, hay que tener presente la preparación del terreno, se debe limpiar el campo quitando del medio las malezas, vidrios y piedras, para luego poder colocar los bancales, qué se deben establecer en un margen de 30 y 40 cm entre sí.
Los expertos recomiendan no estar moviendo la tierra una y otra vez, sino los terrones de tierra, integrarlos de manera natural y con un rastrillo emparejar la zona.
El abono
Luego de este pasó ya estará en condiciones para poder sembrar, se necesita el uso de abonos orgánicos para enriquecer la tierra
Un buen abono puede ser creado por tus propias manos, consigue restos orgánicos, como cáscara de huevos, estiércol, restos de patatas, resto de frutas, cenizas etc.
De forma pareja debes echarlos en la tierra y luego regar el campo o regarles agua y cubrirlos con un plástico, para que así se fermente y poder agregarlos en la huerta.
Dos alternativas de siembra
A la hora de la siembra existen dos opciones, el almácigo y la directa.
El almácigo
El almácigo o indirecta implica la germinación en un ambiente protegido en condiciones desfavorables, como heladas, lluvias y vientos o pueden ser semilleros, mini macetas, vasitos de yogurt, entre otras. Y luego trasladar al lugar de cultivo definitivo
Esta opción es más favorable para semillas que sean pequeñas, como la de repollo, brócoli, pimientos, coliflor, berenjena y tomate.
Directa
En lo que se refiere a la siembra directa, se ponen las semillas en su lugar de cultivo definitivo ya sea en el jardín o en maceta
Lo más recomendable es que se utilice este método cuando sean semillas grandes y sencillas de manipular, como lo son el maíz, la arveja, melón, poroto, zapallo, zapatillos pues a diferencia de semillas como el perejil, la zanahoria, espinaca, son especies que no se adaptan al trasplante.
Momento de la siembra
Con estos requisitos básicos entraremos de lleno en la fase de la siembra, esta etapa tiene sus secretos a pesar de ser un proceso sencillo
Lo primero es pensar en que se va a cultivar, pues existen diferentes opciones, puede ser cebolla, sabas, coliflor, lechuga, remolacha o puerro.
Qué se puede plantar en huertas pequeñas
Lo mejor es plantar hortalizas que tengan un alto rendimiento al momento de dar cosecha, como por ejemplo, el haba verde, nana, tomate, vegetales de hoja, calabacines, morrón entre otras. Es sumamente importante respetar la época en la que se siembra cada especie, y saber el momento más conveniente para cultivar.
El riego de las Huertas caseras
La mejor hora para regar las huertas es en la mañana, pues de esta manera se reduce la vaporización.
En temporada de primavera y verano se necesita una mayor cantidad de riego, ya que en esta época los cultivos están en su máximo tamaño y en plena producción, es importante para que salga perfecta toda la cosecha.
Pero Cuidado, ya que la acumulación de agua genera la asfixia de las raíces en las plantas.
Es esencial combinar
Es preciso combinar los cultivos de la huerta, pues haciendo esto se desarrollan de mejor manera, y se protegen entre sí de malezas, enfermedades e insectos, también se le saca el mejor provecho al espacio, la luz, el agua, el abonado y el tiempo.
Por ejemplo, se puede combinar teniendo en cuenta las especies que requieren riegos parecidos y nutrientes, o vincular las hortalizas con plantas que sean aromáticas, ya que de esta manera se aprovecha mejor los nutrientes del suelo y permite el control total de las plagas.
Es importante rotar
La rotación se basa en cambiar plantas de distintas familias botánicas, y con diferentes necesidades nutritivas en el mismo sitio del terreno, durante periodos distintos, para así lograr mantener el suelo fértil, y que esté libre de plagas y enfermedades.
Por ejemplo, funciona al plantar las hortalizas que tardan más en madurar, cómo la papa, las habas, ajo, cebolla, zanahoria, remolacha, brócoli, repollo, maíz y coliflor, en el mismo lugar donde se plantaron otras de rápido crecimiento, como la espinaca, lechuga, rábanos, arvejas y cebolla de verdeo.
Nota: es importante tener en cuenta que se deben dejar pasar por lo menos 3 años, antes de cultivar nuevamente la misma planta o que sean de su propia familia en el mismo sitio.
Cuándo cosechar
En la huerta orgánica casera los mejor es realizar cosechas regularmente cada 20 o 30 días, y sí está en la época de verano lo mejor es que sea en la mañana temprano o cuando esté comenzando la tarde. En lo que se refiere a las verduras de hojas se debe tomar las hojas más externas.
